AMAR A LOS NIÑOS

Los niños son el más grande y delicado tesoro que tenemos los adultos, y también la manera más noble e incondicional de amar y mejorar como personas.

Los niños son nuestros maestros de aprendizaje y nuestros pinches tiranos.

La primera herramienta de una madre para educar a su hijo es la fe. Si la madre no tiene fe, no podra transmitirla a su hijo. El niño sin fe, no tendrá confianza en sí mismo.

¿Sabemos amar a nuestros niños?

¿Qué les enseñamos, cuando nos hacemos las víctimas delante de ellos?

¿Qué queremos conseguir de ellos con este tipo de enseñanza?

¿Es la permisividad amor?

¿Cómo se pueden proteger a los niños de nuestras pautas disfuncionales?

¿Dejamos espacio en casa para ellos?