DESDE MI VENTANA

 

El miedo y la tristeza son dos emociones que normalmente tratamos de reprimir y no sentir porque sentirlas nos hace vulnerables. 

Negar el miedo y la tristeza es negar nuestra vulnerabilidad: la grandeza de sentir.

Expresar la tristeza nos hace conscientes de las perdidas y del dolor que esto conlleva. Anhelar o necesitar a alguien nos desnuda y nos expone a la posibilidad del rechazo y de la humillación

No desear y no sentir deseo… es una defensa o un truco psicológicoque utilizamos para evitar que nos hieran.

La negación del miedo nos ayuda a no sentirnos vulnerables.

“Si no siento miedo tampoco me siento vulnerable y por ende, tampoco me pueden herir".

La negación de la tristeza y del miedo nos permite proyectar una imagen de independencia,

poder y valor. Es una imagen falsa creada para proteger la vulnerabilidad, ante nosotros y ante los demás. 

La negación de la tristeza nos insensibiliza .

¿Porque?

Porque la tristeza abre la puerta a otras emociones que están subyacentes, y porque nos conecta con nuestra parte mas humana. Esta puede ser una  razón por la  que algunas personas, no se permiten ponerse en contacto con su tristeza. Para evitar, encontrarse con esas emociones subyacentes, que no quieren sentir ni recordar. No quieren sentir su dolor emocional. No queremos ponernos en contacto con nuestra parte humana porque nos duele.

 Tenemos miedo de ahogarnos en el dolor profundo de la tristeza.